Pese a que los deseos de salir de casa durante estos meses se reducen considerablemente, no podemos dejar de mencionar las muchas ventajas que conlleva el entrenamiento al aire libre en invierno. Por eso, te animamos a que el frío no te detenga.
Aunque hay días excepcionalmente feos en esta temporada durante los cuales por supuesto, es más seguro entrenar en interiores, cuando el clima lo permita y pese al frío, recomendamos salir a ejercitarnos al aire libre para disfrutar de las siguientes ventajas:
Estimula la producción de grasa parda o marrón
La grasa marrón, parda o beige es un tejido adiposo metabólicamente activa que a diferencia del tejido adiposo blanco, contribuye a la quema de grasas y al control del peso corporal.
La exposición al frío contribuye a estimular la producción y actividad de este tipo de grasa que se encuentra en nuestro cuerpo, ya que el tejido adiposo pardo es termogénico, es decir, ayuda a producir calor y para ello, oxida grasas.
Mejora nuestro estado de ánimo y contribuye al bienestar general
Las menos horas de luz solar que tenemos durante el invierno son responsables de una caída en nuestro estado de ánimo. No obstante, ejercitarnos puede brindar el efecto contrario y más aun si lo hacemos en un ambiente frío como puede ser al aire libre.
Investigaciones así lo confirman y señalan que el entrenamiento en exteriores cuando hace frío puede también reducir la fatiga y promover el bienestar general.
Incentiva la síntesis de vitamina D
Aunque no lo veamos o no se sienta, el sol siempre está allí y con su radiación sobre la cara o las pocas áreas de piel expuestas mientras entrenamos puede favorecer la síntesis de vitamina D.
Esta vitamina tiene grandes ventajas sobre nuestro organismo y sus niveles adecuados son de mucha importancia para estar en forma y cuidar la salud.
Permite quemar más calorías
El entrenamiento en exteriores siempre permite quemar más calorías que el que realizamos en un ambiente cerrado, con condiciones climáticas adecuadas y sin factores que demandan más esfuerzo a nuestro cuerpo.
Así, ejercitarnos con frío, con viento y en un terreno discontinuo o subiendo y bajando escaleras siempre será más provechoso para nuestro cuerpo que hacerlo en el gimnasio o en casa.
El frío demanda la producción de calor para lo cual se queman calorías, pero otros factores externos pueden también incentivar el gasto calórico mientras estamos en movimiento tales como hacer frente al frío, esquivar obstáculos de la naturaleza, correr en pendientes u otros.
Así puedes hacer frente al frío, para salir a entrenar este invierno
Si quieres entrenar al aire libre en invierno y disfrutar de todos los beneficios que el ejercicio en exteriores puede ofrecer, dejamos los siguientes consejos para poner en práctica:
- Abrígate con la ropa adecuada, utilizando prendas deportivas que absorban el sudor e impermeables, aptas para mantener el cuerpo caliente cuando llueva, sudemos mucho o esté nevando.
- Vístete por capas que fácilmente puedas ir retirando si experimentas demasiado calor.
- Realiza un calentamiento más extenso que el que ejecutabas en primavera o verano, pues el cuerpo tardará más en alcanzar una temperatura adecuada para el movimiento en medio de un ambiente frío.
- No dejes de beber agua antes, durante y después de entrenar, ya que la adecuada hidratación es clave para que el organismo regule correctamente la temperatura corporal.
- Evita las horas de menos sol y más frío, y por el contrario aprovecha los días y horas más cálidas para salir a entrenar.
- Utiliza gafas y protección solar en las zonas expuestas, ya que pese al frío, los rayos del sol pueden ocasionar quemaduras importantes.
Ya sabes, entrenar al aire libre en invierno puede ser muy provechoso para nuestro organismo, por eso, recomendamos abrigarnos, adaptar el ejercicio y hacer frente al frío para movernos en exteriores.
Imagen | iStock
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